Para los más golosos de la familia hoy vamos a ponernos manos a la obra con un
pudin casero, un postre de los conocidos como
“postres de toda la vida”, receta casera que va pasando de generación en generación.
Postre sencillo y fácil, que además nos valdrá para aprovechar pan del día anterior, o incluso algún bollo tipo
cruasán o suizo que tengamos ya un poco pasado y no sepamos qué hacer con ellos.
Vamos con el
paso a paso del pudin casero:
1.- En primer lugar vamos a
infusionar la leche. Para ello, ponemos en un cazo el medio litro de leche (que sea entera, ni se os ocurra usar leche desnadata), y le incorporamos la
cáscara del limón y la ramita de canela. Cuando rompa a hervir la leche, retiramos del fuego y tapamos con un paño de cocina limpio. Este paso, aunque no es imprescindible (si no tenemos tiempo podemos incorporar la leche tal cual),
nos aportará un sabor extra a limón y canela increíble.
2º.- Mientras la
la leche se va infusionando, en un bol lo suficientemente amplio batimos enérgicamente los
4 huevos. Cuando ya tengamos los
huevos batidos, añadimos el
azúcar y seguimos batiendo para que se deshaga y mezcle todo bien.
3º.- A continuación añadimos el
la leche infusionada (que esté colada sin la cáscara de limón ni la ramita de canela, y templada para no cuajar los huevos), removemos, y echamos el
pan cortado en trocitos , mezclándolo bien todo para que se quede bien empapado y blandito. Podemos dejar que repose durante unos minutos.
4º.- Mientras el pan se empapa bien, ponemos a precalentar el horno a unos 180º.
5.- Por último, en un molde
(si quieres un pudin clásico usa uno rectangular), ponemos
caramelo líquido, y lo extendemos bien por toda la superficie. Volcamos la mezcla con el pan y lo colocamos sobre una bandeja de horno a la que habremos puesto agua, para que la
cocción sea al Baño María. Dejamos unos 40-50 minutos, comprobando siempre con la ayuda de un palillo largo que el
pudin esté bien cuajado, y procurando que no se nos queme por arriba.
A la hora de servir cortamos el
pudin en porciones, y podemos adornar con un poco de
nata montada y
sirope de chocolate, o incluso unas
fresas cortadas en láminas por encima, cualquier cosa le queda de lujo.
A disfrutar de un
pudin casero, fácil y riquísimo, una receta de toda la vida que no pasa de moda y gusta a todo el mundo.
Resultado del Pudin Casero
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Comentarios adicionales
Un buen truco del almendruco para evitar que se nos queme, es ponerle un trozo de papel albal o de plata por encima justo en el momento en el que veamos que se empieza a tostar demasiado y la cocción del pudin aún no está perfecta. Con esto evitaremos que se queme por arriba, pero se seguirá cocinando perfectamente hasta estar en su punto.
Este mismo truco lo puedes utilizar para otras recetas de bizcochos o brownies.
Receta compartida por : Leo Bh
Receta recomendada para
Postre
Raciones
4-6 personas
Tiempo de preparación
1 hora
Dificultad
Muy fácil