Pon en un
recipiente hondo la harina junto con un pellizquito de sal y el sobre de la levadura en polvo.
En un cuenco aparte o una olla pequeña, vierte la mantequilla junto con las
tres yemas de huevo. Mezcla todo bien hasta obtener una
masa homogénea, ayudándote del fuego que deberá estar a una temperatura lenta.
Cuando todo esté integrado y haya ganado un poquito de volumen, espesando, vierte la harina tamizada, la leche y las claras previamente montadas a punto de nieve, cuando las integres ten cuidado de que no se baje el conjunto creando una masa con una textura esponjosa y especial.
Calienta la gofrera (hay quien las hace en una sandwichera) aunque siempre será mejor opción la primera. Luego deja que se tuesten por un lado y dale la vuelta para que se tueste por los dos lados.
Retira y sirve con el complemento que prefieras, pueden ser unas fabulosas bolas de helado, unos
topping de caramelo y nata, siropes de frutas y de arce etc…
Comparte esta receta con tus amig@s!
Comentarios adicionales
Los gofres caseros son ideales para servir en el desayuno así como en las meriendas o en todas aquellas sobremesas en las que quieras sorprender a tus invitados/as, en compañía de un buen café, batido o ¡unas grandiosas bolas de helado
Receta recomendada para
Postre
Raciones
5-6
Tiempo de preparación
30 minutos
Dificultad
Muy fácil